La doctora Mercedes Martínez, directora de Trasplante Intestinal, es especialista en la división de gastroenterología y nutrición pediátrica en el NewYork-Presbyterian Hospital, visitó recientemente el Estado de Puebla para participar en el “XII Curso Internacional de Pediatría con el propósito de abordar los temas de Perlas del trasplante hepático en niños y Evaluación y manejo del neonato ictérico”.

En entrevista con El Médico Interactivo México con una de las pioneras en el desarrollo de trasplantes de hígado entre donadores vivos y pacientes, comparte con especialistas mexicanos los logros y avances encontrados para regenerar algunos órganos como el hígado a través de donadores vivos.

De acuerdo con información del CENATRA, Centro Nacional de Trasplantes, existen en nuestro país 23 mil 218 pacientes que requieren de un trasplante de órgano, de ellos, 17 mil 125 requieren de un trasplante de riñón, 314 de un trasplante de hígado y 4 requieren de ambos órganos. En 2018 se realizaron 237 trasplantes hepáticos de un total de 7 mil 674 trasplantes de órganos que se llevaron a cabo. Debe mencionarse que el procedimiento tradicional de trasplante es de origen cadavérico, por eso es tan importante hablar de esta nueva técnica que ya arroja resultados en otros países.
La donación de un paciente vivo podría reducir drásticamente en la larga lista de espera a la que son sometidos los pacientes.

¿De qué trata el procedimiento APOLT?
APOLT, mejor conocido como trasplante auxiliar ortotópico de hígado, por sus siglas en inglés, se trata de una extracción de dos segmentos de hígado de un paciente vivo a otro mediante un procedimiento laparoscópico, es decir, no invasivo, cuya recuperación puede tardarse de dos a tres semanas y suele tener un éxito del 99%. Actualmente se practica sólo en Estados Unidos de América y algunos países de Europa y Asia.

El procedimiento reduce el nivel de rechazo y el riesgo de recaída, es recomendada para los casos con falla hepática aguda. La compatibilidad se corrobora sólo con la coincidencia del grupo sanguíneo y el tamaño del hígado de ambos.

¿Hay capacitación para médicos mexicanos?
De manera oficial, no hay especialistas que lo realicen en América Latina, sin embargo, pueden aprenderlo directamente de la práctica en los hospitales que ya se realiza como el NewYork-Presbyterian Hospital y deben cumplir ciertos requisitos de realización de exámenes de aceptación que son evaluados por el Colegio Médico Americano.

Sin embargo, ya estamos sensibilizando en México al mostrarles estos nuevos avances, podríamos esperar que dentro de unos 3 o 4 años ya haya médicos mexicanos que dominen esta técnica que además ha tenido mejor respuesta para eliminar o disminuir el uso de inmunosupresores hasta en 60% de los pacientes trasplantados.

La disminución de los inmunosupresores puede reducir el riesgo de agregar toxicidad para los riñones, evita el desarrollo de cánceres, entre otros.