El VIH se ha convertido en una enfermedad crónica pero complicada, los avances médicos han conseguido que los afectados tengan una buena calidad de vida, y precisamente esto ha provocado que se baje la guardia en la prevención y la concienciación social. El otro gran problema es el estigma de los enfermos de VIH, la falta de información sobre las vías de contagio provocan un rechazo social injustificado, que obliga a los afectados a ocultar su enfermedad por miedo a perder el trabajo o ser rechazados por su entorno. En SER Activista, la acción directa en la lucha por los cambios sociales de Jorge Garrido, gerente de Apoyo Positivo.
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