Los científicos del Instituto de Química Avanzada de
Cataluña (IQAC-CSIC) y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC)
han encontrado que dos receptores cerebrales, el mGlu5 y el mGlu4 (el
acrónimo mGlu es la abreviatura de "receptor metabotrópicos de
glutamato"), son posibles dianas para aliviar algunos de los síntomas
del dolor crónico.
Ambos receptores se encuentran en la amígdala, una zona
del cerebro relacionada con la sensación de dolor y con las emociones
negativas.
Los científicos han descubierto que actuando sobre uno u
otro de los receptores se consigue regular la transmisión del dolor
crónico, que es el que no responde a una causa puntual en el tiempo y se
prolonga más allá de seis meses o, incluso, años, que tiene un origen
difícil de determinar y sin cura ya que los fármacos actuales no
consiguen aliviar los síntomas.
En ambos casos, según los investigadores, lo
interesante del trabajo no son solo las dianas sino la estrategia
utilizada, la fotofarmacología, que consiste en controlar la actividad
de los fármacos mediante la aplicación de luz.
Concretamente, los científicos han utilizado moléculas
fotoconmutables, desarrolladas en los laboratorios del IQAC-CSIC, que
cambian su estructura cuando reciben luz, alternando entre una forma
activa y otra inactiva, como si se tratara de un interruptor.
Este cambio, que se produce cuando las moléculas
reciben una parte concreta de luz, desencadena un cambio en la
estructura de las moléculas, lo que permite que se acoplen o no a los
neurorreceptores y modulen su actividad.
El Hospital Santa Lucía acoge esta semana un curso en el que
una docena de médicos y especialistas pertenecientes a centros
hospitalarios de Murcia, de Madrid y de Granada dan a conocer las
últimas novedades en la donación de órganos y tejidos. Además, imparten
talleres prácticos sobre cómo entrevistar a las familias de los donantes
y cómo mantener las buenas cifras que se han conseguido durante los
últimos años.
El curso, que se prolongará hasta el 26 de enero, está
dirigido principalmente a médicos, enfermeros y residentes de los
servicios de urgencias. El objetivo es ofrecerles pautas para
enfrentarse al complejo proceso de la donación y mejorar la coordinación
entre los diferentes equipos médicos y disciplinas que intervienen en
ese proceso.
Para ello, se impartirán diversas ponencias. Una de ellas
tratará sobre el modelo español de donaciones de trasplantes y las
distintas tipologías de donantes. También se abordará el proceso de
detección de posibles voluntarios que deciden ceder sus órganos y
tejidos y el mantenimiento de estos en situación de muerte encefálica,
entro otros.
El curso incluye tres talleres prácticos sobre cómo manejar
la información y comunicarse con los familiares de los donantes, sobre
el mantenimiento de los de órganos y sobre el diagnóstico clínico de
muerte encefálica.
Aunque por norma general tendemos a asociar el mundo de la impresión
3D con zapatillas deportivas o calzado, un sector en el que se están
consiguiendo increíbles avances, lo cierto es que esta tecnología
también sirve para lograr avances médicos o científicos muy útiles.
Ya vimos un ejemplo de esto con la impresión 3D de objetos que recuerdan formas,
un avance logrado por el MIT que seguramente tendrá muchas aplicaciones
en el mundo médico. Y ahora le ha llegado el turno a un nuevo tipo de
impresión 3D que es capaz de desarrollar huesos y tejido blando.
Bioimpresión
Este
nuevo campo de investigación se conocerá como bioimpresión, y estará
dedicado a la creación de objetos o componentes realizados con
bio-tinta. Con todo esto lo que se logra es diseñar elementos que puedan
ser incorporados al cuerpo humano, algo muy útil cuando entramos en el
terreno de prótesis o tecnología relacionada con la salud.
De hecho, esta técnica ha nacido con la esperanza de desarrollar tejido cardíaco, huesos e incluso cartílagos.
La nueva bio-tinta es un material realizado a partir de células vivas, y
podrá ser usado para diseñar prótesis u objetos con una impresora
especial. Todo este proceso, que parece de ciencia ficción, va a ser
llevado a la realidad por la compañía Cellink.
Cellink viene de anunciar el lanzamiento de su nueva bioimpresora 3D, una máquina que “permitirá a los investigadores y a los usuarios finales imprimir su propio tejido”, así lo ha declarado el CEO de la compañía, Erik Gatenholm. En cuanto a los campos de aplicación, desde DigitalTrends señalan el mundo médico y farmacéutico, pero también señalan la posibilidad de evitar las pruebas y ensayos con animales, gracias al uso de esta piel artificial. Te interesará: Cx5, nuevo material para la revolución de la impresión 3D
Investigación médica
Aunque
en la práctica los usos de las bioimpresoras pueden ser múltiples y
variados, su responsable se decanta por el campo de la investigación
médica y los posibles avances que se podrían lograr en él. Eso sí,
siempre que se puedan pagar los 39.000 dólares que vale el invento.
Por
ejemplo, en el caso de las pruebas con medicamentos, la creación de
tejidos permitiría crear cientos de veces el mismo tumor, y probar así
los diferentes tratamientos y sus variaciones. Esto aceleraría el proceso, al mismo tiempo que evitaría tener que estar probando tratamientos con seres vivos.
Los avances médicos parecen traer buenas noticias para combatir uno de los males que afecta a miles de mujeres en el mundo. Se trata de una vacuna que busca combatir el cáncer de mama.
Los investigadores del Moffitt Cancer Center desarrollaron una vacuna que ayuda al sistema inmunitario a reconocerlo y ponerlo a la vista.
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Los científicos encontraron mejoras en 13 pacientes que padecían de cáncer de mama precoz. (Foto: RPP)
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El avance de esta vacuna estimula el sistema inmunitario y ataca la proteína HER2 sobre las células del cáncer de mama, explican los científicos agregando que provoca una regresión de la enfermedad en su etapa inicial.
El estudio se realizó en 54 pacientes y fueron 13 las que presentaron mejoras en su salud. HISTORIAS...
El gen HER2 está presente en el 25 por ciento de todos los cánceres de mama y está asociado con una enfermedad agresiva y un mal pronóstico.
A las pacientes se les inyectó una dosis de vacuna personalizada una vez por semana durante seis semanas en un ganglio linfático, sobre el tumor mismo o en ambos sitios.
Tras los resultados publicados en la revista Clinical Cancer Research,
surgió que la vacuna podía ser bien tolerada y la toxicidad es baja.
Las consecuencias adversas más comunes fueron la fatiga, reacciones
locales a la inyección y escalofríos.
OTROS ESTUDIOS...
Alrededor del 80 por ciento de las pacientes
tuvo una respuesta inmunitaria positiva. Otro dato importante es que
las respuestas inmunitarias en las pacientes fueron similares sin
importar la ruta de administración de la vacuna.
Los mejores resultados se encontraron en mujeres con carcinoma ductal, lo que afecta las células de los ductos mamarios. Anteriormente, un estudio mostró la eficacia de la vacuna GP2
contra tumores de mama HER2-positivos para evitar recidivas
(reaparición del tumor maligno tras un periodo más o menos largo de
ausencia de enfermedad) en pacientes ya operados.
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La
que fue nombrada una de las diez mujeres más influyentes del ámbito
'biotech' por el 'Boston Globe', Susan Bannister, quiere ver más mujeres
liderando en el sector y hacer llegar a los países desfavorecidos los
avances médicos. Para ella la innovación está teniendo lugar en la
fusión de especialidades, como la medicina personalizada
Ha logrado convertirse en una
persona influyente en el sector de la biotecnología, un ámbito en el
que reivindica la posición de más mujeres en altos cargos. Susan Bannister es, sin duda, una figura femenina distinguida en ciencias de la vida y lo es, en parte, gracias a que fue presidenta y CEO de Massachusetts Life Sciences Center (MLSC).
Así, el Boston Globe la incluía en el top ten de mujeres más
influyentes de la biotecnología y la Boston Magazine entre las cincuenta
más poderosas de Boston. Admite, entre risas, sentir orgullo y presión a
partes iguales por tales menciones: «todavía es un reto para la
industria tener más mujeres en roles de liderazgo», cuenta.
Las
posiciones femeninas en ciencias de la vida rondan la mitad: «Las
mujeres tienen los mismos intereses y aspiraciones por el liderazgo que
los hombres», expresa con un gesto de obviedad. Para ella se trata de
una cuestión estratégica que tiene su raíz en el mundo de los negocios.
«No debemos hacerlo como un favor o porque sea importante para las
mujeres sino porque es necesaria una conversación para que la gente piense sobre ello», incide.
La
equidad social es otra de las cuestiones sobre las que incita a la
reflexión. Una cifra que no cabe menospreciar es que son los países más
desarrollados los que presentan un mayor consumo de fármacos, que apunta
al alza. «No podemos tolerar que a otras partes del mundo que
conviven con enfermedades terribles no lleguen los resultados de los
avances que hacemos». Su propósito es que sea posible mejorar la calidad de vida en estas zonas desfavorecidas.
Las
ciencias de la vida y la biotecnología, para esta influyente mujer,
avanzan gracias a la fusión entre disciplinas. La medicina personalizada
y el análisis genómico han sido posibles gracias a los avances en
computación, «necesitamos recordar eso. Aquí es donde está teniendo
lugar la innovación», dice la experta evidenciando una confluencia que
no había existido hasta ahora. Todo ello convierte en realidad tanto en diagnóstico personalizado como los tratamientos personalizados a cada paciente.
Otra
área de crecimiento son los dispositivos médicos, las farmacéuticas y
biología y la conjunción entre ambas. Muchas veces, el problema recae en
transportar el fármaco hasta la célula a la que se pretende dirigir.
«Es una solución de ingeniería y tecnológica», resuelve la experta.
En
esta línea, pone todo el énfasis en los esfuerzos por desarrollar
terapias que ayuden al cuerpo a regenerarse a sí mismo, una idea que
también se podía escuchar en el seno del Forum BioRegio al que asistía
la experta. «Entendemos mucho mejor cómo funciona a nivel molecular». La
evolución de la medicina personalizada es la medicina de precisión y la
medicina estratificada. En este sentido, el futuro del sector implica conocer
cómo se manifiesta la enfermedad de una forma muy específica
dependiendo de cada individuo y cómo se le aplican tratamientos.
La
tecnología seguirá jugando, a sus ojos, un papel fundamental a la hora
de reemplazar partes del cuerpo que están dañadas. Como muestra, una
compañía que ha desarrollado un implante para la columna vertebral que
pueda evitar la parálisis. «Partes de nuestro cuerpo serán tecnología y otras serán tejidos vivos».
Entendiendo
la informática como habilitador de aplicaciones en distintos sectores,
cree que cada cuerpo estará constantemente hablando con dispositivos de
monitorización: «quizás a través de parches o nuestros móviles y otros
objetos que llevemos o que tengamos dentro de nuestros cuerpos. Pero seremos un transmisor de datos monitorizando nuestro organismo constantemente para mantener la salud».
Las
ambiciones del gigante tecnológico Google que intenta luchar contra el
envejecimiento despiertan en Bannister algo más que curiosidad. «Somos
capaces de reemplazar órganos ahora e incluso con la impresión 3D
podremos imprimirlos dentro de poco», prevé. Concluye, por tanto, que el
sector está llegando a tal punto que puede alargar el envejecimiento y
cómo la población envejece. Aun entendiendo que muchos procesos del
cuerpo no se pueden controlar, sí crecerá la esperanza de vida y su calidad pero «acabaremos envejeciendo igual y muriendo».
Echa
un vistazo hacia Barcelona, cada vez más puntera en biotecnología:
«Creo que hay un interés real aquí que hace que el sector tenga
potencial de crecimiento», analiza la experta. Las razones que aporta
son, por un lado, porque tiene centros de excelencia en investigación
médica pero también porque es un hub comercial, lo que genera una gran
cantidad de actividad e intereses a raíz de ello. Desde su óptica, el
gobierno de Catalunya está muy centrado en la innovación: «hay mucho
interés no sólo por lo que Catalunya ya es sino por lo que se puede
llegar a convertir», dice.
La mortalidad a causa
del cáncer en Estados Unidos cayó 25% desde 1991, cuando experimentó un
pico, una reducción que equivale a 2,1 millones de decesos menos en este
período, según un informe anual de la Sociedad Estadounidense del
Cáncer (ACS) publicado el jueves 5 de enero de 2017.
Esta fuerte baja del número de muertes provocadas por esta enfermedad se
debe especialmente a una disminución constante del tabaquismo combinada
con avances médicos en la detección precoz de tumores y en el
tratamiento.
El informe incluye una fuerte caída de la mortalidad vinculada con
cuatro tipos de cáncer. La asociada con el cáncer de pulmón se desplomó
43% entre 1990 y 2014 en los hombres y 17% entre 2002 y 2014 entre las
mujeres.
La mortalidad del cáncer de mama disminuyó 38% entre 1989 y 2014. El
descenso es aún más espectacular para el cáncer de próstata, que se
redujo 51% de 1993 a 2014, y para el colorrectal, que también cayó 51%
entre 1976 y 2014 en ambos sexos.
Según el informe de la ACS, habrá 1,68 millones de nuevos casos de
cáncer en Estados Unidos en 2017 y más de 600 000 muertes por esta
enfermedad.
La incidencia del cáncer en el transcurso de la última década se mantuvo
estable entre las mujeres y disminuyó casi un 2% por año entre los
hombres. La tasa de mortalidad de la enfermedad se redujo en alrededor
de 1,5% anual en ambos sexos. El informe fue publicado en el Journal for
Clinici
La mortalidad a causa
del cáncer en Estados Unidos cayó 25% desde 1991, cuando experimentó un
pico, una reducción que equivale a 2,1 millones de decesos menos en este
período, según un informe anual de la Sociedad Estadounidense del
Cáncer (ACS) publicado el jueves 5 de enero de 2017.
Esta fuerte baja del número de muertes provocadas por esta enfermedad se
debe especialmente a una disminución constante del tabaquismo combinada
con avances médicos en la detección precoz de tumores y en el
tratamiento.
El informe incluye una fuerte caída de la mortalidad vinculada con
cuatro tipos de cáncer. La asociada con el cáncer de pulmón se desplomó
43% entre 1990 y 2014 en los hombres y 17% entre 2002 y 2014 entre las
mujeres.
La mortalidad del cáncer de mama disminuyó 38% entre 1989 y 2014. El
descenso es aún más espectacular para el cáncer de próstata, que se
redujo 51% de 1993 a 2014, y para el colorrectal, que también cayó 51%
entre 1976 y 2014 en ambos sexos.
Según el informe de la ACS, habrá 1,68 millones de nuevos casos de
cáncer en Estados Unidos en 2017 y más de 600 000 muertes por esta
enfermedad.
La incidencia del cáncer en el transcurso de la última década se mantuvo
estable entre las mujeres y disminuyó casi un 2% por año entre los
hombres. La tasa de mortalidad de la enfermedad se redujo en alrededor
de 1,5% anual en ambos sexos. El informe fue publicado en el Journal for
Clinici