Los científicos del Instituto de Química Avanzada de
Cataluña (IQAC-CSIC) y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC)
han encontrado que dos receptores cerebrales, el mGlu5 y el mGlu4 (el
acrónimo mGlu es la abreviatura de "receptor metabotrópicos de
glutamato"), son posibles dianas para aliviar algunos de los síntomas
del dolor crónico.
Ambos receptores se encuentran en la amígdala, una zona
del cerebro relacionada con la sensación de dolor y con las emociones
negativas.
Los científicos han descubierto que actuando sobre uno u
otro de los receptores se consigue regular la transmisión del dolor
crónico, que es el que no responde a una causa puntual en el tiempo y se
prolonga más allá de seis meses o, incluso, años, que tiene un origen
difícil de determinar y sin cura ya que los fármacos actuales no
consiguen aliviar los síntomas.
En ambos casos, según los investigadores, lo
interesante del trabajo no son solo las dianas sino la estrategia
utilizada, la fotofarmacología, que consiste en controlar la actividad
de los fármacos mediante la aplicación de luz.
Concretamente, los científicos han utilizado moléculas
fotoconmutables, desarrolladas en los laboratorios del IQAC-CSIC, que
cambian su estructura cuando reciben luz, alternando entre una forma
activa y otra inactiva, como si se tratara de un interruptor.
Este cambio, que se produce cuando las moléculas
reciben una parte concreta de luz, desencadena un cambio en la
estructura de las moléculas, lo que permite que se acoplen o no a los
neurorreceptores y modulen su actividad.
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