Kiefel, empresa de maquinaria para la producción de bolsas de
sangre, es consciente de que los avances médicos requieren unas mayores
reservas. Llevar a cabo trasplantes de órganos, operaciones quirúrgicas
o tratamientos contra el cáncer se requiere entre un 50 y un 100% más
de transfusiones de sangre.
06.09.2017 A pesar de que la demanda aumente, la vida útil de los productos sanguíneos sigue siendo limitada. Así pues, resulta crucial transportar la sangre en recipientes de alta calidad para que no se desperdicie ni una sola gota. Las tradicionales bolsas de sangre se fabrican con PVC; un material que puede ser esterilizado porque resiste altas temperaturas, se puede congelar porque es flexible, es transparente y puede sellar del todo para evitar fugas de sangre.
La máquina KIR Highliner de Kiefel cumple todos los requisitos para producir las bolsas de sangre idóneas. Y es que, KIR Highliner trabaja con hasta dos estaciones de soldadura accionadas por servomotores
que garantizan la máxima precisión y el control constante de los
parámetros de soldadura. Además, durante la fabricación de las bolsas se
lleva a cabo un proceso de limpieza de hoja, control de bordes o de medición de espesor del cordón de soldadura entre otros.
Las bolsas producidas por Kiefel garantizan que hasta la última gota de sangre servirá para salvar vidas.
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