Un equipo de científicos de la Escuela de Medicina Albert Einstein (Estados Unidos) ha probado un medicamento experimental que en los ensayos con ratones ha demostrado eficacia contra la leucemia mieloide aguda (LMA).
La investigación todavía se encuentra en una fase temprana, pero los
resultados preliminares resultan muy prometedores en la lucha contra
este tipo de cáncer de la sangre letal.
La LMA
es un tipo de leucemia que se genera como consecuencia del daño en el
ADN de las células madre productoras de sangre en la médula ósea. Debido
a esto, la médula produce glóbulos blancos, glóbulos rojos o plaquetas
anormales. A pesar de los avances médicos, este tipo de leucemia tiene una tasa de supervivencia a cinco o más años del 27%.
El nuevo medicamento experimental ofrece un rayo de esperanza a los pacientes con LMA. Recibe el nombre de ALRN-6924
y ha sido desarrollado por Aileron Therapeutics Inc, una compañía que
ha solicitado a la Escuela de Medicina Albert Einstein su evaluación
preclínica para obtener más información sobre su mecanismo de acción.
El fármaco se dirige contra la proteína p53, que tiene la capacidad de suprimir los tumores pero que se inactiva en muchas formas de cáncer, incluida la leucemia mieloide aguda.
Ha sido diseñado para inhibir dos proteínas, MDMX y MDM2, que en
niveles altos inactivan la proteína p53. Como consecuencia, las células
cancerosas se multiplican sin control, favoreciendo el avance de la
enfermedad.
En
el ensayo preclínico, el equipo comprobó que el medicamento bloquea de
manera eficaz la interacción de MDMX y MDM2 con p53 tanto en las células
AML más maduras como en las células madre inmaduras que las producen.
Además, estos cambios moleculares también se observaron en un paciente con leucemia mieloide aguda al que le administraron un medicamento en base a un uso compasivo.
El ALRN-6924 triplicó la tasa de supervivencia media de los ratones,
que pasaron de vivir 50 a 150 días. "Es una respuesta muy llamativa. La
mayoría de los medicamentos experimentales para la leucemia logran un
aumento en la supervivencia de solo unos pocos días en estos modelos
preclínicos", explica Ulrich Steidl, director del estudio. "Aún más
importante, ALRN-6924 curó eficazmente alrededor del 40% de los ratones tratados,
lo que significa que estuvieron libres de la enfermedad más de un año
después del tratamiento, esencialmente una vida para el ratón".
A tenor de los buenos resultados obtenidos, el equipo ha iniciado un ensayo clínico de fase I/II para pacientes con AML avanzada y síndrome mielodisplásico avanzado, que está actualmente en curso.
«Un importante
número de sujetos no está tomando el número de fármacos adecuados,
existe una baja prescripción de fármacos antitrombóticos, y se requiere
de un uso más intensivo de la terapia combinada para mejorar las tasas
de control de los factores de riesgo cardiovascular», señala Semergen.
Además, el estudio va más allá de la primera consulta con el paciente,
ya que se realiza un seguimiento de los sujetos con una visita anual
durante cinco años.
Análisis de los últimos avances científicos
Las
jornadas, celebraban este año su décima edición, se organizan para
aportar conocimientos actualizados del escenario del riesgo
cardiovascular, para seguir avanzando en la detección precoz, tratar
aquellos factores de modificación de estilo de vida entre la población,
además de mejorar la continuidad asistencial entre Atención Primaria y
Atención hospitalaria.
El programa científico que ofertó en los
tres días en los que se celebró esta reunión se basó en los últimos
avances científicos, lo que permite dotar a los médicos de Familia de
nuevos recursos y conocimientos para que estos puedan ser incorporados a
la práctica clínica, como pueden ser las nuevas Guías de HTA, los
avances en el control lipídico, el papel de los nuevos anticoagulantes y
el abordaje global de la insuficiencia cardiaca.
Asimismo,
fuentes del encuentro explicaron a Europa Press que habían recibido más
de 100 comunicaciones científicas, entre casos clínicos y comunicaciones
orales, y que superó la cifra de los 200 participantes, muchos de
ellos, médicos residentes. Para facilitar la asistencia de estos
últimos, como también se ha hecho en ediciones anteriores, se puso a
disposición varias becas de inscripción.
Un nuevo tratamiento contra el cáncer de pulmón
consigue reducir en un 51 % el riesgo de muerte del paciente, según
informó hoy la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer.
La
nueva terapia, consistente en la combinación de un fármaco con
quimioterapia, mostró reducir más de la mitad las posibilidades de
fallecimiento en comparación con el tratamiento que únicamente utiliza
la quimioterapia para pacientes con metástasis no escamosa y células que
no son pequeñas.
El
fármaco, probado por la compañía Merck en 616 pacientes, es conocido
como Keytruda y los resultados obtenidos podrían suponer "un cambio en
las prácticas" de inmunoterapias contra este tipo de cáncer, según destacó Leena Gandhi, profesora de Medicina en la Universidad de Nueva York.
La presentación de los logros de este tratamiento
coincidió paralelamente con la de los resultados de otra inmunoterapia a
base de un medicamento conocido como Opdivo, de la empresa Bristol
Myers Squibb.
Ésta, aplicada junto con otros medicamentos, fue capaz de reducir el avance del cáncer o el riesgo de muerte en un 42 % en comparación con la quimioterapia en pacientes con células no pequeñas y con alto nivel de mutación.
Ambos
resultados superaron ampliamente las expectativas, que predecían una
reducción de un mínimo de un 30 %, según analistas citados por la cadena
CNBC.
Estos dos métodos fueron probados en pacientes
que aún no habían intentado otras terapias, pero en los que el cáncer se
había extendido ya.
En este sentido, Matthew Hellmann, experto del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, recordó que el cáncer de pulmón sigue siendo el que más muertes provoca en el mundo.
Rápida atención médica mejora las posibilidades de sobrevivencia
Cuando los pacientes escuchaban el diagnóstico de que se habían
quebrado la cadera, normalmente sentían que les estaban dando una
sentencia de muerte y, según afirman los médicos consultados, hasta hace
unos 20 años esta afirmación no estaba tan lejos de la realidad.
Actualmente, gracias a los avances médicos y a que se creó una mayor
consciencia de la importancia de su tratamiento, las posibilidades de
sobrevivir a este tipo de fractura son mayores.
Antes, tres de cada diez adultos mayores que se quebraban la cadera
fallecían, hoy esa cifra ha bajado a tan solo uno de cada diez, explicó
el médico ortopedista Roberto Blandón.
"Las caderas son una articulación que no tiene protección muscular y
como las personas mayores de 60 años tienen menos minerales en los
huesos por la osteoporosis, se vuelve más frágil el hueso. Junto con el
sedentarismo y la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes,
hipertensión y la obesidad, aumenta el riesgo de este tipo de lesión",
comentó el doctor Carlos Palavicini, ortopedista del Hospital La
Católica.
Por ello, los geriatras del hospital Raúl Blanco Cervantes, Cynthia
Villalobos y Fernando Morales, hacen un llamado a prevenir lo más
posible las caídas, pues en pacientes de 75 años en adelante, casi que
esta es sinónimo de una fractura de ese tipo.
"Las fracturas de cadera ocupan el primer lugar en fracturas del adulto
mayor que se cae, y estas provocan su inmovilización", Cynthia
Villalobos, geriatra
¿Cómo prevenirlas? La doctora Villalobos explicó que las personas que
comparten la casa con un abuelito deben estar más atentas a los
obstáculos. Si viven en una planta alta hay que colocar barandas en las
escaleras y bandas antideslizantes en cada escalón; asegurar las
alfombras y mejorar la iluminación para que puedan ver bien por dónde
caminan por las noches si tienen que levantarse para ir al baño a
orinar, o en el mejor de los casos tenerles una vasenilla cerca. También
que las camas no sean muy altas, para que no les cueste subir y bajar
de ellas.
Otro caso común son los adultos mayores que toman medicamentos para
dormir bien, pero que al levantarse a orinar están somnolientos y eso
facilita que se caigan.
También están los que conviven con nietos o niños pequeños, que dejan
sus juguetes tirados en el piso, cuando los señores se levantan a
comerse algo, pueden enredarse con ellos y viene el accidente.
Atención rápida.
Todos los médicos consultados coincidieron en que el tiempo es oro en
estos casos y que la operación inmediata es la que puede hacer
diferencia entre la vida y la muerte.
"Si no atendemos una fractura de cadera a tiempo es más difícil el
tratamiento y el proceso de recuperación también se complica", explicó
la doctora Villalobos.
Palavicini fue enfático en que la atención de una fractura de este tipo
debe ser idealmente en las primeras 24 horas de ocurrida.
"El paciente debería llegar al hospital, que le estabilicen el azúcar y
la presión, hacerle los exámenes preoperatorios y operarlo de
inmediato. Eso es lo que le va a salvar la vida. Al día siguiente de la
operación ya está sentado y en el mejor de los casos hasta dando pasitos
con andadera", agregó Palavicini.
Las probabilidades de sobrevivencia actuales se deben a los avances
tecnológicos y a la comprensión por parte de los médicos de la
importancia de una rápida atención. Así como al tratamiento posterior
que incluye medicamentos anticoagulantes y antibióticos, para prevenir
complicaciones posteriores como trombosis.
Antes era bastante común que quien se quebraba la columna se muriera
por un coágulo de sangre que se le fuera al cerebro, úlceras por
presión, infecciones pulmonares y la inmovilización que les provocaba
incontinencia urinaria y hasta estreñimiento.
¿Cómo identificarlo?
La doctora Villalobos comentó también que algunos casos los adultos
mayores se caen y no sienten dolor inmediato, sino es hasta los días que
vemos que ya no camina y que una pierna está más corta que la otra.
Además, se presentan algunos delirios, no relacionados con demencia.
El dolor es muy fuerte y se le tuerce la pierna hacia afuera. Cuando la
fractura es completa, no se puede sentar ni caminar, si es incompleta
sí podrá hacerlo.
Así que si un adulto mayor se cae por la noche, mejor revíselo bien y
esté pendiente en las próximas horas de su desenvolvimiento.
Eso sí, los menos propensos a caerse son aquellos abuelitos que viven
con su familia. Los que están internados en un asilo o en el hospital,
son los más vulnerables.
Además, la recuperación es muy rápida, al día siguiente de la operación
se debe sentar al paciente y ponerlo a dar los primeros pasos. No es
cierto que debe quedarse quedito sin moverse. La recuperación total
tarda entre dos a tres meses, pero requiere de terapia y apoyo.
Un consejo para prevenir el debilitamiento de los huesos es asolearse,
consumir vitamina D y ejercitarse cada mañana, con solo caminar ya
ayuda, dijo Palavicini.
Lo malo es que las mujeres son más propensas a la osteoporosis que los
hombres, por la menopausia, por lo que están en mayor riesgo de
fracturarse.
Tener un ahorrito.
El doctor Palavicini nos contó también que una operación de cadera en
el servicio privado cuesta cerca de tres millones de colones, y le
recomendó a los adultos mayores con posibilidades económicas o a sus
hijos, siempre tener un fondo para la atención médica.
"Entre más tiempo pase la persona quebrada en el hospital en espera de
ser operada, más riesgo de muerte tiene. El paciente se va
descompensando y es más difícil pasarla a cirugía", explicó el
ortopedista del Hospital La Católica.
¿Por qué pasa esto? Porque la fractura hace que se alojen entre uno y
dos litros de sangre en la cadera, la que se va al espacio intramuscular
y esa pérdida de sangre para un adulto mayor, es fatal. Se le
descompensa la presión arterial, la diabetes, los riñones, se deshidrata
y empieza a decaer su salud, según agregó el especialista en ortopedia.
La operación para corregirla consiste en colocar un pin en al cabeza
del fémur, un semireemplazo o el reemplazo total de cadera mediante una
prótesis.
No sobrevivió.
Uno de los casos que no sobrevivió fue el de Marvey Smith, una adulta
mayor limonense de 92 años, quien sufrió una caída el 14 de febrero del
2007 y un mes y tres días después falleció.
Así nos contó su nieta Carmen Monterrosa, quien recuerda que "Naná",
como le decían sus familiares, se quebró la cabeza del fémur y la
trasladaron al hospital Calderón Guardia donde la operaron, pero en vez
de ponerle una prótesis, solamente le cortaron y le dejaron la pierna
sin ningún pegue, por lo que esta le quedó suelta y más corta.
"El 17 de febrero la regresaron al hospital limonense donde permaneció
internada hasta el día de su muerte. De tanto estar acostada, le dio una
trombosis", recordó Carmen.
Antes de esa caída, Naná era una mujer sana y lúcida pese a su edad. No padecía de diabetes ni de hipertensión.
La
hija de Mary Parkins, Grace, de Reino Unido, nació a las 23 semanas.
Las probabilidades de sobrevivir son realmente bajas, pero gracias a los
avances médicos, la pequeña ha conseguido recuperarse y a sus tres
meses: pesa algo más de dos kilos.
Una madre ha compartido en las redes sociales la increíble recuperación de su hija Grace, que nació a las 23 semanas.
La madre del bebé prematuro,
que nació con medio kilo, Mary Parkins, ha contado en Instagram como se
encuentra en la actualidad, tres meses después, como informa Independent.
"Feliz cumpleaños de tres meses a este pequeño. ¡No puedo creer lo mucho que ha crecido en tan poco tiempo! ¡Somos muy afortunados de ser tus padres", escribió junto a una fotografía en la que se ve la evolución de la pequeña.
Aunque
el camino hasta aquí no ha sido fácil, como la propia madre del bebé
confiesa. La pequeña se ha sometido a diversas intervenciones
quirúrgicas y transfusiones de sangre.
Los
bebés prematuros que nacen antes de las 24 semanas generalmente no
suelen sobrevivir porque sus pulmones y otros órganos vitales no se han
desarrollado. Sin embargo, los avances médicos han hecho que su índice de supervivencia sea mayor, aunque siga existiendo el riesgo.
Más de una
veintena de expertos y profesionales de oncología médica de Andalucía se
reunieron ayer en Córdoba para analizar y abordar los últimos avances y
estrategias para el tratamiento de los tumores digestivos, que se
sitúan entre los que mayor incidencia y mortalidad tienen en España y
Andalucía. A nivel general, se estima que más de 3.800 nuevos casos de
cáncer se diagnosticaron en Córdoba en 2017 y que la incidencia llegará a
más de 5.300 nuevos casos anuales en 2035. Entre ellos buena parte
serán tumores digestivos.
La reunión se celebró en el marco del Grupo de
Trabajo de Tumores Digestivos de la Sociedad Andaluza de Oncología
Médica, que coordina la doctora María Auxiliadora Gómez, oncóloga médica
del Hospital Universitario Reina Sofía, y el doctor Juan José Reina,
oncólogo médico del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, y
en la que se debatieron y puesto en común experiencias y conocimientos
en el manejo de los tumores digestivos, así como las últimas
incorporaciones, nuevas opciones y estrategias de tratamiento de
diferentes neoplasias digestivas, como son el cáncer colorrectal,
gástrico, de páncreas y de vías biliares. En la reunión también se
abordaron los estudios y trabajos en desarrollo más recientes
relacionados con el diagnóstico y tratamiento de este tipo de tumores.
Afasia. En 2004 se creó el grupo de investigación UNCA de la
Universidad de Málaga, el único especializado en Afasia de España. En él
se prueban terapias para mejorar la comunicación
En
el Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias (Cimes) de la
Universidad de Málaga se aloja la única unidad específica de
investigación y tratamiento de la afasia de España, UNCA. En ella
trabaja una decena de profesionales co dirigidos por Marcelo Berthier y
Guadalupe Dávila para dar una esperanza a los pacientes que,
principalmente tras un ictus, han tenido una pérdida total o parcial del
lenguaje. Favorecer avances en la comunicación de los afectados, muchos
de ellos con lesiones crónicas, es el reto que se marcan desde su
puesta en marcha en 2004.
"Lo
que investigamos son efectividad de tratamientos y eso no suele llegar a
la práctica clínica. Hay avances científicos y tratamientos más
eficaces que a la población no le llega, concretamente a los que tienen
una afasia crónica que suelen tener pocas esperanzas de mejoría, aunque
eso no es así. Hemos tratado a jóvenes con más de diez años de
evolución que han mejorado ", explica Guadalupe Dávila. Y Marcelo
Berthier agrega que "la ventana terapéutica es más grande de lo que se
dice, puedes tratar a gente con dos, tres, cinco o más años y tienen una
mejoría".
Diana López-Barroso, una de las cuatro
neuropsicólogas del equipo, explica que "la afasia es un trastorno
adquirido del lenguaje, debido a un traumatismo craneoencefálico, a un
infarto cerebral o una enfermedad concreta" y destaca que hay muchos
tipos de afasia, tanto en gravedad como en la parte afectada. "Puedes
tener la comprensión o la producción dañada, depende de dónde se
localiza la lesión", dicen. En los adultos la causa principal de afasia
es el ictus y en los niños es frecuente por traumatismos y tumores,
según detallan las expertas.
En Andalucía ocurren más de 7.300 casos
nuevos de afasia post ictus al año. Estas patologías, con mayor
prevalencia de lo que se cree a pesar de ser bastante desconocidas, son
muy limitantes porque "un accidente cardiovascular puede ocurrir a
personas que aún son jóvenes, al perder el lenguaje o parte de él quedan
excluidos a nivel laboral, de su círculo social y es muy importante
encontrar tratamientos eficaces que permitan su reintegración a nivel
sociolaboral", considera Dávila. Para poder hallar soluciones, en esta
unidad se intentan "conocer los mecanismos de por qué se producen las
afasias, se hacen evaluaciones exhaustivas y estudios de neuroimagen, la
idea es saber cómo se produce la afasia y qué cambios ocurren en el
cerebro cuando aplicamos esos tratamientos", apunta Marcelo Berthier.
Y han llegado a conclusiones novedosas, como
subraya Torres-Prioris. Las terapias convencionales de pocas horas a la
semana no son suficientes y tiene mucha mayor efectividad las
intensivas. "Aquí lo que utilizamos es una terapia de rehabilitación
grupal e intensiva, que como mínimo se aplica a lo largo de dos semanas y
tres horas diarias. Y solemos combinarla con fármacos. Ahora vamos a
empezar otro protocolo en el que utilizaremos también otra técnica de
estimulación transcraneal de corriente directa no invasiva", explican
las expertas. A través de un gorro con electrodos se aplica una pequeña
corriente que casi no se siente y lo que hace es aumentar la
excitabilidad de la corteza cerebral. Esto facilita la comunicación
neuronal. Junto a los fármacos y la rehabilitación esperan obtener
resultados provechosos. Guadalupe Dávila considera que "la
rehabilitación intensiva es clave, lo que hacen los otros tratamientos
biológicos es poner el cerebro en disposición para cambiar, pero cambia
hacia la dirección que tú marques. Si haces una rehabilitación de dos
horas a la semana, en realidad no estás favoreciendo ese cambio, se
necesita una terapia intensiva".
En esta unidad, como subraya Diana
López-Barroso, hacen una evaluación multimodal previa muy exhaustiva.
"La neuroimagen nos permite saber cómo está funcionando el cerebro, tras
el tratamiento volvemos a hacer esa evaluación y vemos no sólo el
cambio conductual que ha habido sino también la mejoría en producción o
comprensión del lenguaje y el correlato cerebral que ha acompañado ese
cambio", indica la neuropsicóloga. Y Dávila agrega que no sólo valoran
el lenguaje, sino también otros aspectos de la cognición, ya que el
lenguaje es una función muy compleja y muy dependientes del resto de
funciones cognitivas.
En esta unidad se han investigado dos
fármacos que están comercializados para el tratamiento de la demencia y
el alzheimer. Para la afasia, tanto solos como combinados con la
rehabilitación intensiva, se ha comprobado que mejoran el lenguaje.
"Además esos cambios son estructurales, ya que cuando se retira el
fármaco permanecen y hay una diferencia a largo plazo entre los que han
tenido tratamiento con fármacos y los que no", señala Dávila.
La investigadoras y docentes de la UMA
aseguran que el cerebro es siempre susceptible de cambiar y eso "es un
mensaje muy positivo", ya que implica que el cerebro dañado aunque esté
en una situación perjudicial "el principio de plasticidad te hace
aprender cosas de nuevo". María José Torres-Prioris afirma que "durante
mucho tiempo se ha dicho que el lenguaje no se puede recuperar después
del año del ictus y aquí hemos tratado a pacientes con diez o más años y
hemos visto que mejoran".
En esta unidad de investigación no tienen
asistencia clínica puramente dicha pero "sí que hacemos una llamada para
que la gente que tenga afasia venga, siempre investigamos distintos
aspectos, ahora vamos a iniciar un estudio con 50 personas", apunta
López-Barroso. Y su compañera Torres-Prioris añade que "es una unidad de
investigación pero muy traslacional, estamos directamente tratando con
el paciente, es muy aplicada". Y Lisa Edelkraut subraya que "es
importante destacar que las personas nos pueden contactar, nos llaman de
cualquier parte de España para consultar dudas, incluso se trasladan
hasta aquí y somos capaces de hacerles una evaluación más exhaustiva de
lo que suelen hacerles en el hospital".