miércoles, 20 de enero de 2016

Implantar tejido porcino, eficaz para tratar la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla


Cirujanos de la Unidad de Rodilla del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital de Bellvitge, en Barcelona, han llevado a cabo por primera vez en el mundo, en el marco de un ensayo clínico, una serie de 10 intervenciones de reparación del ligamento cruzado anterior de la rodilla utilizando tejido de cerdo descelularizado. Este tipo de injerto ha sido desarrollado por la empresa pública angloamericana Tissue Regenix, una spin-off de la Universidad británica de Leeds.

El ligamento cruzado anterior es responsable del 90 por ciento de la estabilidad de la rodilla. Su rotura es una de las lesiones graves más frecuentes entre los deportistas aficionados y profesionales, y suele requerir de un tiempo de recuperación mínimo de seis meses. El tratamiento más habitual es la reconstrucción quirúrgica del ligamento roto mediante tejido del tendón del mismo paciente. Con menos frecuencia, se utiliza tejido de cadáver. Aunque hace unos años se experimentó también con el uso de tejido animal y de material sintético, estas técnicas no obtuvieron los resultados deseados.

El nuevo sistema desarrollado ahora por científicos del Reino Unido utiliza tejidos de los tendones isquiotibiales del cerdo que han sido sometidos a un proceso de descelularización. Este proceso consiste en la extracción del ADN y diverso material celular del tejido animal, para que sólo quede un tejido acelular que sirve de soporte y estimula la regeneración del nuevo ligamento, con muy pocas posibilidades de provocar rechazo en el receptor.

La validez del injerto ya se ha comprobado en ensayos en laboratorio y con animales, y ahora se inicia la fase de estudio en humanos. El ensayo clínico se está llevando a cabo en 10 centros europeos que han sido escogidos por su experiencia en este tipo de cirugía (tres en el Reino Unido, tres en España y dos en Polonia).

Los dos primeros casos se llevaron a cabo el pasado 3 de diciembre en el Hospital de Bellvitge, a cargo de un equipo dirigido por Gabriel Oliver. Los pacientes intervenidos fueron un hombre de 31 años que se había lesionado jugando al fútbol y una mujer de 32 años que había sufrido la lesión esquiando. Desde aquella fecha, se han llevado a cabo ocho casos más en este mismo centro, todos ellos con muy buenos resultados iniciales, que ahora habrá que corroborar con el seguimiento de la evolución a largo plazo.

Oliver, de la Unidad de Rodilla del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, es el responsable de esta investigación en el Hospital de Bellvitge, junto con el coinvestigador Guillermo Cortés. Según Oliver, una de las principales ventajas que presenta este nuevo procedimiento, a la espera de la confirmación de los resultados a largo plazo, "es que nos ahorra una acción agresiva como sacar tejido del propio tendón para reparar otro tejido".

El investigador destaca que esta nueva intervención "resultará más económica que la actual por la buena disponibilidad del tejido que se implanta, y es previsible también que permita una recuperación más rápida del paciente".

Los centros incluidos en el ensayo reunirán una muestra mínima de 40 casos que serán sometidos a un seguimiento de dos años. La investigación podría ir seguida posteriormente de estudios comparativos. Los investigadores confían en que, si los resultados son buenos, la técnica pueda ser aprobada en 2017 y desempeñar en el futuro un papel muy importante en el tratamiento de esta patología, de la que en 2014 se llevaron a cabo unos 900.000 procedimientos en Europa y Estados Unidos.

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