miércoles, 28 de febrero de 2018

La cirugía ADR y su empleo en patologías de la columna


A los centros como el Instituto Clavel (http://www.doctorclavel.com/) llegan, casi siempre, pacientes con una serie de patologías que se repiten y que guardan relación con la columna. Es el caso de la hernia discal, la estenosis del canal lumbar, la escoliosis, la discopatía degenerativa lumbar o la lumbalgia. Cuando existe degeneración discal y el paciente tiene dolor se suele aplicar un tratamiento médico conservador pero, si ni con esas se consigue mejoría, es cuando hace falta otro tipo de intervenciones y es aquí donde la cirugía ADR (Artificial Disc Replacement) tiene lugar.
Es cierto que el procedimiento más común pasa por la fijación lumbar o cervical pero desde el Instituto Clavel (http://www.doctorclavel.com/) contemplan a la ADR como una mejor cirugía que, además, es menos invasiva. Como su mismo nombre indica, con ésta de lo que se trata es de sustituir el disco cervical o lumbar que haya sufrido degeneración por un implante artificial que imite al que estaba sano.
Por supuesto, y como ocurre con todos los avances médicos, los materiales con los que contaban hace unos años no son los de ahora y, en la actualidad, de hecho ya se puede hablar de prótesis de 'tercera generación', las cuales son mucho más resistentes al desgaste y muestran un comportamiento muy parecido al del disco natural al que sustituyen. Tanto es así, que la cirugía ADR ha pasado a convertirse en la opción más adecuada para los pacientes que tengan discopatía cervical o lumbar.
Ventajas de la cirugía ADR
  1. Cirugía fisológica. Es decir, que no se inmovilizan con ella las vértebras, por lo que se mantiene el movimiento natural de la articulación.
  2. Evita otra degeneración. Es muy habitual que el disco adyacente acabe por sufrir cuando se emplean otro tipo de cirugías porque con ellas sí que se dejan fijadas las vértebras y esto lleva a que el disco acabe por soportar un mayor estrés biomecánico. Por supuesto, si la situación se mantiene, puede empeorar y derivar en una nueva intervención.
  3. Menor dolor. El postoperatorio habrá que pasarlo pero con la cirugía ADR no hace falta abrir la musculatura de la espalda con lo que el dolor que se padezca será menos tanto en el corto como en el medio y largo plazo. Las intervención, en este caso, se llevará a cabo a través de un abordaje anterior a la columna.
  4. Menor riesgo. En las operaciones por fusión los mismos implantes comprometen mucho más las estructuras nerviosas. Con la cirugía ADR no hace falta manipular los nervios, por lo que este riesgo se reduce sustancialmente.
  5. Sin osteotomías. Es decir, que no se requieren de cortes quirúrgicos de huesos. Esto evita una importante pérdida de sangre y que la vértebra se desestabilice. Lo que se hace en la cirugía ADR es sustituir el disco desgastado por un nuevo y artificial.
  6. Recuperación de la normalidad. Los pacientes pueden volver a su vida habitual tras la intervención y eso incluye el realizar actividades deportivas.
  7. Sin necesidad de una segunda intervención. Puede darse el caso pero es más raro que un paciente que se ha sometido a una cirugía ADR requiera de otra intervención porque con ella se evita que sufra el disco adyacente y se mantiene el movimiento mismo de la articulación.

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