Los niños con Trastorno del Espectro
Autista presentan una absorción menor de nutrientes y mayor exposición a
tóxicos, según un estudio.
Los detalles respecto a los desórdenes del Trastorno del Espectro Autista (TEA)
continúan sin resolverse, entre ellos, su causa. La literatura
científica ha incluido numerosas publicaciones sobre el autismo, algunas
de ellas desmentidas con posterioridad, sobre cuál puede ser el origen de este trastorno del lenguaje y comportamiento. La revista Nature Communications ha publicado un estudio en el que se establece una relación entre las toxinas y nutrientes absorbidas por el feto en los últimos meses de embarazo y primeros tres meses de vida con la incidencia de autismo.
En este caso, los investigadores, del Hospital Monte Sinaí, en los Estados Unidos, han analizado evidencias encontradas en la dentadura de bebés, y han determinado que los niños que mostraban mayor carencia de nutrientes y que, a su vez, presentaban una mayor exposición a metales tóxicos estaban relacionados con diversos problemas del desarrollo, discapacidad intelectual y deficiencias del lenguaje.
En este caso, los investigadores, del Hospital Monte Sinaí, en los Estados Unidos, han analizado evidencias encontradas en la dentadura de bebés, y han determinado que los niños que mostraban mayor carencia de nutrientes y que, a su vez, presentaban una mayor exposición a metales tóxicos estaban relacionados con diversos problemas del desarrollo, discapacidad intelectual y deficiencias del lenguaje.
No obstante, esta relación solo se ha observado en 1 de cada 68 niños, y no está clara que la correlación observada implique una relación causa - consecuencia. "Necesitamos más estudios para determinar si las diferencias de nutrientes encontradas en la dentadura de los niños con autismo se deben a su exposición a ellas o bien a un diferencia genética en cuanto a cómo los niños los absorben y procesan".
No hay comentarios:
Publicar un comentario