Medir el nivel de las microvesículas en plasma puede ser un buen
biomarcador para mejorar la estratificación de riesgo de los pacientes
con hipercolesterolemia familiar.
Esta prueba se realiza mediante técnicas de citometría de flujo en plasma y sólo se necesita una muestra de sangre del paciente.
Los marcadores de riesgo disponibles actualmente son poco sensibles y
no permiten predecir los eventos cardiovasculares con precisión
El Congreso Europeo de Cardiología organizado por la European Society
of Cardiology (ESC) se celebra este año del 26 de agosto al 30 de
agosto en Barcelona, en Fira Gran Vía.
Con casi 11.000 comunicaciones libres enviadas desde más de 100
países distintos, de las que se han aceptado 4.500, el congreso de la
ESC es una verdadera representación de los avances científicos
conseguidos, tanto a nivel europeo como internacional.
Barcelona, 28 de agosto de 2017-. Un nuevo biomarcador que se detecta
mediante el análisis de plasma sanguíneo podría ser útil para predecir
la aparición de futuros eventos isquémicos, como infartos agudos del
miocardio, en pacientes con hipercolesterolemia familiar con alto riesgo
cardiovascular, según se desprende de los resultados de un estudio
realizado por el grupo de investigación de la Prof. Lina Badimon y la
Dra. Teresa Padró, en el Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares
(ICCC), en Barcelona.
El trabajo, que se presenta en el Congreso de la Sociedad Europea de
Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) que se celebra del 26 al 30
de agosto, en Barcelona, demuestra que los niveles elevados de
microvesículas circulantes (cMVs) se asocian con un mayor riesgo de
presentar un infarto independientemente de los niveles de colesterol del
paciente.
“Uno de los principales problemas que sigue habiendo en medicina y,
en especial en el área cardiovascular es que resulta muy difícil poder
predecir cuándo un paciente va a tener un evento isquémico agudo ya que
los marcadores actuales son poco sensibles”, explica la Dra. Padró.
Las
microvesículas circulantes son como “pequeñas partículas” que derivan
de las células y que se desplazan por la sangre. Pueden provenir tanto
de células activadas como de células que están entrando en proceso de
necrosis o muerte celular.
“Todas las células del organismo liberan estas microvesículas en
cantidades bajas, pero hoy sabemos que su número está aumentando ante la
presencia de situaciones patológicas, como los trastornos
aterotrombóticos o la hipercolesterolemia familiar”, explica la Dra.
Padró.
Además, esta experta detalla que es posible identificar el origen de
las microvesículas en función de sus componentes moleculares –como
proteínas, RNAs, microRNAs, etc.). “Podemos saber si una microvesícula
viene de una plaqueta, de una célula blanca, del endotelio o de un
cardiomiocito, por ejemplo, gracias a la presencia de unos marcadores
especiales que llevan en la superficie provenientes de la célula madre
que las originó y esto también nos brinda información relevante sobre la
enfermedad del paciente”.
Metodología
Los investigadores trabajaron con datos de la cohorte
SAFEHEART de hipercolesterolemia familiar y analizaron las
microvesículas circulantes de un total de 143 pacientes con diagnóstico
genético de hipercolesterolemia familiar que les ocasiona una exposición
prolongada a altas concentraciones de colesterol LDL y por ello un alto
riesgo cardiovascular, aunque sin manifestación clínica de enfermedad
en el momento de iniciar el estudio. Un total de 95 participantes
desarrollaron un evento aterotrombótico dentro de los tres años de
seguimiento del estudio.
El origen celular y el fenotipo de activación de microvesículas
circulantes se caracterizaron y cuantificaron mediante técnicas de
citometría de flujo con marcaje triple. Todos los pacientes estaban
tratados con estatinas, debido al diagnóstico de hipercolesterolemia
familiar.
“Estos pacientes estaban súper controlados. Cuando nosotros
comparamos los niveles de LDL entre los que sufrieron y los que no
sufrieron un evento cardiovascular en estos tres años pudimos comprobar
que realmente no había diferencia significativa”, en palabras de Padró,
que añade que esto demuestra que realmente este biomarcador “nos permite
identificar a aquéllos pacientes que están en un riesgo de sufrir un
evento cardiovascular cuando otros parámetros clínicos no nos lo
permiten identificar”.
Los científicos analizaron diferentes tipos de
microvesículas “y encontramos que aquéllos individuos que en el momento
de iniciar el estudio tenían niveles más elevados de microvesículas,
sobre todo provenientes de plaquetas y de células leucocitarias, son los
que se presentaron un evento clínico en el periodo de 3 años”.
Acerca de la European Society of Cardiology
La ESC agrupa a más de
93.000 profesionales de toda Europa y países asociados. Su misión es
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos a través del
cuidado cardiovascular, que promociona a través de distintas actividades
científicas y didácticas que incluyen: directrices para la práctica
clínica, cursos e iniciativas educativas, encuestas pan-europeas acerca
de patologías específicas y el Congreso Anual de la ESC, el mayor
encuentro médico en Europa.
Además, la ESC realiza tareas de divulgación para la población
europea con el objetivo de promocionar el cuidado cardiovascular y
establecer hábitos que prevengan el riesgo cardiovascular.