Científicos han creado tratamientos electrónicos de materiales que se disuelven en el cuerpo. Foto: Pixabay/skeeze
Científicos han creado un dispositivo minúsculo que puede reparar
los nervios y posteriormente se deteriora dentro del cuerpo, haciéndolo
el primer dispositivo bioelectrónico en el campo de la medicina.
Hay mucha emoción entorno al uso de nuevas tecnologías para mejorar
nuestra salud a través de aplicaciones, instrumentos portátiles e
incluso pastillas que podrían registrar cuando las has tomado.
Ahora, científicos de la Universidad del Noroeste han llevado a cabo
un proyecto para construir tratamientos electrónicos de materiales que
se disuelven en el cuerpo y la mayoría de ellos son parte de nuestra
dieta diaria.
Hasta el momento, solo han utilizado exitosamente su primer dispositivo para tratar nervios dañados en ratas, pero un día este pequeño dispositivo podría ayudar a un corazón a continuar latiendo.
Se han utilizado todo tipo de electrónicos para tratar diferentes
condiciones de salud y heridas, pero frecuentemente tienen que ser
implantadas quirúrgicamente, así que cuando fallan o se han acabado las
baterías los pacientes tienen que volver al quirófano y someterse al
bisturí.
El nuevo dispositivo con forma de disco es del tamaño de un níquel,
estimula los nervios periféricos con suaves descargas eléctricas. Lo más
importante es que está hecho a base de materiales biodegradables. Esto
significa que cuando el nervio ya está sano, los fluidos naturales del cuerpo lo desintegran y lo evacuan como lo harían con cualquier otro desecho.
Esto es debido a que incluso cuando es remotamente controlado por un
semiconductor, el dispositivo está esencialmente hecho de sustancias que
forman parte de nuestra dieta diaria.
Para lograr pulsar los nervios, científicos necesitaron crear una
estructura con conductores a través de la cual los impulsos eléctricos
puedan viajar, aislamiento alrededor de ellos y un semiconductor para
ser los cerebros de la operación.
“Un semiconductor es crítico porque es el fundamento de todo aparato
eléctrico. El silicón por sí solo es el material confiable en la
industria de los electrónicos y de hecho es una parte recomendada de la
dieta diaria. Así que usamos piezas excepcionalmente pequeñas que se
disuelven naturalmente cuando entran en contacto con biofluidos”,
comentó el coautor del estudio el Dr. John Roberts de la Universidad de
Noroeste.
Para conducir las señales eléctricas, el equipo de investigación usó
capas muy delgadas de magnesio, una sustancia que también es parte de
nuestros nutrientes diarios. Para el aislamiento, el Dr. Roberts y sus
colaboradores de la Universidad del Noroeste usaron “plásticos”
biodegradables similares a aquellos que se usan en puntadas disolubles
pero asegura que la celulosa o la seda podría funcionar también.
En estudios con ratas heridas, aceleró el re-crecimiento de los
nervios en las piernas que condujo a la recuperación de la fuerza del
músculo. Después de dos semanas el dispositivo se disuelve por sí solo.
Incluso puede desintegrarse en un segundo entre los dedos, hacerse
añicos y desaparecer totalmente.
Científicos creen que podría ayudar a miles de personas afectadas por
insensibilidad, hormigueo y debilidad causada por heridas deportivas,
accidentes o incluso por teclear en exceso.
El Dr Wilson Ray, quien co-dirigió la investigación en la Universidad
de Washington en EUA dijo: “Sabemos que la estimulación eléctrica
durante la cirugía ayuda, pero una vez que la cirugía ha terminado, la
ventana de intervención se cierra. Con este dispositivo, hemos mostrado
que la estimulación eléctrica dada bajo un horario puede ayudar a la
recuperación de los nervios”.
A diferencia de sus contrapartes en el cerebro y la espina dorsal,
los nervios periféricos corren por los brazos, piernas y toros puede
regenerarse después de una lesión. La estimulación eléctrica desencadena
la liberación de las proteínas que promueven el crecimiento y ayudan a
las neuronas a volver a crecer más rápido y completamente. La mayoría de
la gente con daño periférico reciben analgésicos, terapia física y en
casos extremos, cirugía.
El nuevo dispositivo se alimenta inalámbricamente por un transmisor fuera del cuerpo.
“Estas plataformas representan los primeros ejemplos de ‘medicina
bioelectrónica’ sistemas mecánicos que proveen funciones terapéuticas
activas en formato de dosis programadas que desaparecen naturalmente en
el cuerpo, sin dejar rastro”, comentó el Dr. Roberts.
De igual forma dijo que él y su equipo están en pláticas con
cardiólogos sobre cómo el dispositivo podría ser aplicado para que
temporalmente mantenga el ritmo del corazón durante cirugías a corazón
abierto. No hay ninguna razón para creer que los mismos materiales que
se utilizaron en este dispositivo no pueden ser utilizados para
transformar otro tipo de dispositivos.
“Estamos emocionados no solo con la habilidad de este dispositivo
específico, sino más ampliamente por el concepto que puede utilizarse
para mejorar la forma en que tratamos las enfermedades y lesiones”,
aseguró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario