lunes, 15 de junio de 2015

Avances contra el cáncer de ovario

El HUCA aplica con éxito un tipo de quimioterapia intraperitoneal que mejora en 30 meses la supervivencia
Ángel Sánchez del Río, jefe de Ginecología del Álvarez-Buylla; Elena Rodríguez Vega, ginecóloga del HUCA; Mariam Carreira López, enfermera; Isabel Palacio, oncóloga; Miguel Rodríguez, director médico del HUCA, Natalia Pérez y Raquel Prieto, ayer, en La Cadellada.
Ángel Sánchez del Río, jefe de Ginecología del Álvarez-Buylla; Elena Rodríguez Vega, ginecóloga del HUCA; Mariam Carreira López, enfermera; Isabel Palacio, oncóloga; Miguel Rodríguez, director médico del HUCA, Natalia Pérez y Raquel Prieto, ayer, en La Cadellada. / Mario Rojas
 
Un catéter introducido durante cinco meses en la cavidad abdominal de la paciente y a través del cual se administra el tratamiento antitumoral directamente sobre las zonas afectadas. Se llama quimioterapia intraperitoneal y el HUCA la viene aplicando con éxito desde hace ya dos años en mujeres con cáncer de ovario, de peritoneo (membrana que recubre toda la parte del abdomen), y de la trompa de Falopio. Se trata de una técnica terapéutica ya conocida y que se utilizó allá por los años 90, pero que debido a su complejidad y a sus supuestos efectos secundarios fue siendo abandonada por los equipos médicos. El HUCA, sin embargo, continuó adelante y ahora es uno de los hospitales que aspira a convertirse en centro de referencia nacional.
El complejo sanitario asturiano presentó ayer los resultados alcanzados con este tratamiento, que de media, aumenta en 30 meses la supervivencia de las pacientes en comparación con la quimioterapia convencional, explicó Isabel Palacio, especialista de Oncología Médica del HUCA. Veinte mujeres han sido tratadas hasta la fecha «con resultados satisfactorios». Son pacientes procedentes del propio Hospital Central, de Oviedo, pero también de Avilés y Mieres. María Antonia Tranche, leonesa de 53 años, es una de ellas. Ayer, ante los medios, relató cómo se enfrenta ella al cáncer de ovario que le diagnosticaron en una revisión ginecológica rutinaria. Va ya por su cuarto ciclo y asegura que la quimioterapia a través del catéter «tiene pocos efectos secundarios. Yo solo he perdido el pelo, pero no he tenido ni nauseas ni otras molestias. Me siento privilegiada», dijo.
Sesenta tumores al año
Pocos son los centros sanitarios del país, entre ellos la Clínica Universitaria de Navarra, que disponen de esta quimioterapia «a pesar de sus incuestionables ventajas», indicó el director médico de La Cadellada. El HUCA es el único de todo el norte. La clave del éxito ha sido el trabajo multidisciplinar con enfermería. Tanto, «que ahora vienen de hospitales de fuera de Asturias para que les adiestremos», explica Carmen Vena, supervisora de Oncología Médica.
Cada año, unas sesenta asturianas son diagnosticadas con cáncer de ovario, de peritoneo o de trompas de Falopio. El ovárico suele ser el tumor ginecológico más letal, en gran medida, porque siete de cada diez se detectan cuando ya están avanzados. La quimioterapia intraperitoneal, según los expertos, «consigue mayores tasas de de curación que otros tratamientos».

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