lunes, 2 de marzo de 2015

Hijos de padres del mismo sexo

La ley no permite a las parejas gay adoptar, pero avances científicos podrían permitirles en un futuro cercano concebir sus propios hijos.
Hijos de padres del mismo sexo Hijos de padres del mismo sexo Foto: javier de la torre galvis

Por primera vez, un grupo internacional de científicos demostró que es posible echar el reloj para atrás y crear las celulas primordiales –aquellas que dan origen a un óvulo y un espermatozoide humano– a partir de células de la piel de adultos. El objetivo de la investigación era tratar la infertilidad de muchos hombres y mujeres que pierden esa capacidad por enfermedad. No obstante, el hallazgo ha llamado la atención de otro grupo al cual se le abrirían las puertas para el tratamiento de un tipo insólito de infertilidad: las parejas homosexuales.

Precisamente, a raíz de esta dificultad, en muchos países se debate la posibilidad de que puedan adoptar. Y aunque la Corte Constitucional permitió en Colombia hacerlo cuando el otro miembro de la pareja es el
padre o la madre biológica del pequeño, a través de este nuevo mecanismo ellos podrían tener hijos propios. En efecto, la técnica permitiría que dos adultos del mismo sexo, ya sean hombres o mujeres, generen tanto el óvulo como el espermatozoide con el material genético de ambos. “Hemos sido exitosos en el primer y más importante paso de todo el proceso, que es obtener la célula primordial”, dijo a SEMANA Jacob Hanna, investigador de The Weizmann Institute en Israel y coautor del trabajo.

En el caso de los gais, se requeriría de un vientre alquilado para completar la gestación. Los hombres homosexuales tendrían una ventaja sobre las lesbianas porque ellos podrían producir tanto óvulos como espermatozoides ya que llevan cromosomas XY, mientras que las mujeres solo podrían producir óvulos porque no tienen cromosomas Y. “Introducir un cromosoma Y en líneas celulares femeninas es muy difícil y no existe la tecnología para ello”, dice Hanna.

No obstante, los cientificos están confiados en que superarán todos los obstáculos técnicos. Dudan, sin embargo, si se podrá ganar la contienda ética que ya se forma alrededor del tema. Este es tan complejo y tan novedoso que muchos lo ven aún en el campo de la ciencia ficción. Incluso Hanna y Surani no se han mostrado interesados en crear humanos en el laboratorio, sino en aprovechar la investigación para conocer más las razones de la infertilidad y desarrollar medicamentos para tratar estas parejas. “No es imposible hacer que estas células hagan gametos, pero la pregunta de si algún día las usaremos se debe hacer en otro momento”, dijo Surani a The Guardian.

Crear seres vivos desde cero en el laboratorio ya se ha logrado hacer en ratones. En 2012, investigadores de la Universidad de Kioto produjeron óvulos y espermatozoides a partir de células madre. Las células primordiales que resultaron fueron mezcladas con células de los ovarios de estos animales y luego trasplantadas para que su organismo acabara de desarrollarlas. Cuatro semanasdespués los científicos sacaron los óvulos y los maduraron en el laboratorio. Luego, los fertilizaron con espermatozoides e implantaron los embriones en el vientre de una hembra que dio a luz ratoncitos saludables.

Esta sería la primera vez que se logra hacer la primera fase en humanos. Hanna colideró el trabajo con Azim Surani, un veterano investigador del Instituto Gurdon de la Universidad de Cambridge, quien participó en la hazaña de Louise Brown, la primera bebé probeta. En el experimento lograron convertir las células de la piel en células madre idénticas a las embrionarias, y las reprogramaron hasta que alcanzaran un estado previo al de óvulo y espermatozoide. Es importante aclarar que aún no se ha logrado obtener células germinales por esta vía. Pero, según Hanna, esto tomaría apenas un par de años.

La investigación, publicada en la revista Cell y hecha con fondos del Wellcome Trust de Gran Bretaña, fue catalogada como un hito porque las células primordiales son un estado previo a la creación de un óvulo y un espermatozoide, y se crean solo en las primeras etapas de la fase embrionaria cuando las células madres del óvulo fecundado comienzan a diferenciarse en cada uno de los tejidos especializados, que forman eventualmente a un ser humano. Esto permitirá analizar un proceso que había estado en la oscuridad para los científicos. Por eso muchos lo equiparan con encontrar el santo grial de la procreación. Otros ven la regresión de una célula de la piel a óvulo o espermatozoide como el mayor logro de la alquimia celular, comparable a transformar el plomo en oro.

Si finalmente se logra hacer en humanos, la aplicación más obvia será tratar hombres y mujeres que sufrieron cáncer cuando niños y recibieron quimioterapia, un tratamiento que los deja infértiles de por vida. La alternativa actual para ellos es adoptar o conseguir un donante. Con la producción de nuevas células germinales a partir de las de la piel estas personas podrían tener hijos biológicos. También podría usarse para reversar el reloj biológico de mujeres cuya provisión de estas células ya se agotó por la edad. “El proceso podría darse ya sea inyectando las células en el ovario o en los testículos para que se desarrollen completamente, o completar el proceso en un disco de plástico en un ambiente controlado en el laboratorio”, explicó Hanna a esta revista. En eso precisamente trabajan hoy él y Surani.

Para usar esta técnica como una alternativa de fertilización in vitro habría muchos asuntos éticos y de seguirdad que se deben considerar previamente. Uno de ellos es definir cuál es el parámetro de edad para usar la técnica. “¿Debería estar disponible para mujeres infértiles mayores de 50 años? ¿Podría usarse piel de una persona fallecida? Esto no lo deberían decidir los científicos en solitario”, dice Amander Clark, una investigadora de UCLA en una entrevista a Los Angeles Times.

También se teme que que la técnica dé pie para que se produzcan niños a la carta, pues cuando el proceso se manipula en el laboratorio es más fácil controlar características genéticas de los individuos como la inteligencia, el carácter, la apariencia, en cuyo caso se hablaría de eugenesia, un tema que genera mucha polémica en la sociedad.

Entre los científicos hay un consenso establecido para evitar que se manipulen las células germinales, pero Jaime Escobar, director del doctorado de Bioética de la Universidad del Bosque, señala que las investigaciones siguen y los científicos siempre encuentran cómo salvar todos esos obstáculos. Por eso cree que es importante que los comités de ética avancen al ritmo de las investigaciones. “Esta parece
ser una técnica muy parecida a la de la clonación de la oveja Dolly, porque implica tener células adultas y regresarlas a células primordiales; pero habría que analizar y debatir el caso, incluso plantearse si esos seres que nacen de óvulos y espermatozoides creados en el laboratorio serían transhumanos”, señala.

Ante esto, muchos han preferido no atizar el debate y mucho menos ahora que en Gran Bretaña se acaba de aprobar la técnica de los bebés de tres padres, que consiste en incluir la información genética mitoncondrial de un donate en el embrión. Robin Lovell-Badge, director del área de investigación en células madre del Instituto Nacional de Investigación Médica en Gran Bretaña simplemente se refirió a la investigación como “un importante estudio para entender las causas de la infertilidad y su tratamiento”.

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