miércoles, 4 de marzo de 2015

Yucatán, con esperanza de VIHda

La pandemia del VIH/sida ha dado un vuelco en la entidad, ya que de cada cinco hombres que se contagian una es mujer, quien en la mayoría de los casos se entera de que es portadora de la enfermedad cuando está embarazada. Afortunadamente los avances médicos han logrado salvar a los bebés; en los últimos 15 años, tan sólo en la Secretaría de Salud de 100 madres embarazadas portadoras de la enfermedad y que han recibido tratamiento no se ha contagiado bebé alguno.
 
Curiosamente el gran porcentaje de los casos de mujeres con VIH ha sido por que fue contagiada por su marido, ya que muy pocos corresponden a mujeres infieles. El problema es que los maridos las engañan con otros hombres, ya que hasta la fecha no se ha detectado caso alguno de sexoservidoras con VIH/Sida.
 
Los afectados son los menos responsables. De 1983 a 2010 se habían detectado en la entidad 133 casos de contagio vertical, o sea, de la madre al bebé, de los cuales sólo cinco correspondieron al 2010. Esto debido a que cuando la madre es portadora del VIH, durante el embarazo el bebé tiene un 20 por ciento de posibilidades de contagiarse y si el parto es vaginal otro 40 o 45 por ciento.
 
Pero las cosas han cambiado y a pesar de que aún es utópico pensar en que se pueda erradicar el VIH/Sida, se puede disminuir la infección en un 98 por ciento en los casos de contagio vertical, siempre y cuando la mamá reciba un tratamiento durante el embarazo.
 
Adrián Santos Rivero, especialista en medicina interna y encargado de atención a pacientes del turno matutino del Centro Ambulatorio para la Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) de Mérida, destacó que al año atienden en la institución de cinco a seis mujeres embarazadas portadoras de la enfermedad y hasta el momento todos los recién nacidos han resultado negativos a la enfermedad.
 
Además del tratamiento para prevenir la infección del producto, el parto se realiza por medio de cesárea para reducir aún más la probabilidad de contagio vertical.
Pero no todas las mamás saben que son portadoras de la enfermedad cuando están embarazadas. En el Capasits también se atienden a niños con esa enfermedad, a unos 40, desde recién nacidos hasta los 14 años de edad, quienes por medio de tratamiento tienen una esperanza de vida igual que la de cualquier persona.
 
El problema son las enfermedades oportunistas que vienen con el VIH, por lo que el 20 por ciento de los menores que nacen con esta enfermedad no logran superarlas, fallecen en el mismo hospital.
 
Otro problema es que el niño debe tomar el tratamiento desde su nacimiento y cuando llega a la niñez y la adolescencia cuesta trabajo que lo cumpla y la situación es que en caso de no hacerlo  el virus muta y es más difícil de combatir o resulta ser mortal.
Santos Rivero recordó que desde 1996, para el país, o 1998, para Yucatán, se comenzó a utilizar una terapia de tres drogas, lo que permite a una persona vivir con la enfermedad toda una vida. El problema, es que ante estos avances la prevención de la gente contra el VIH se ha relajado.

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