LOS avances de la medicina a lo largo de los últimos decenios han permitido resolver muchos problemas de salud y también, en muchos casos, actuar frente a ellos con nuevas posibilidades.
Junto a los avances en las condiciones de vida dignas y otros factores que se dan en países desarrollados, los avances médicos han permitido una mayor esperanza de vida y una disminución relevante de la mortalidad y morbilidad que afecta a las poblaciones.
Muchas enfermedades son hoy enfermedades crónicas como consecuencia de la mejor capacidad de respuesta desde el campo médico por las mejores tecnologías disponibles y por las mejores posibilidades de atención sanitaria.
A esta situación se contribuye por la apuesta que hace la sociedad apoyando la creación y desarrollo de un sistema público de salud que genera un dispositivo asistencial orientado a la equidad en el acceso y a la calidad asistencial.
Contribuye también un colectivo de profesionales sanitarios con una muy alta cualificación y compromiso con los pacientes y con la población.
Todas las profesiones sanitarias cuando trabajan en equipo contribuyen a una adecuada respuesta.Y sin duda, las organizaciones y empresas que invierten en investigación y desarrollo para crear nuevos y mejores medicamentos y nuevas y mejores tecnologías, forman parte de los actores que contribuyen a la lucha frente a la enfermedad.
La sanidad pública y lo que ella implica da empleo aproximadamente a un millón de personas e invierte algo más de un 5% de nuestro producto interior bruto.
Es por eso que la protección de la salud y las garantías de asistencia sanitaria de calidad es un asunto que interesa y preocupa a la ciudadanía. Los beneficios sociales, sanitarios y económicos que se obtienen al disponer de un buen sistema sanitario son tales que lo más inteligente que puede hacer la sociedad es propiciar que los responsables del sistema sanitario cuiden, apoyen y mimen al sistema y a los profesionales sanitarios.
Tenemos muchas esperanzas puestas en que el futuro sea mejor porque sea posible disponer de nuevos avances médicos capaces de prevenir, curar o mitigar mejor las enfermedades que hoy día más afectan a nuestra salud.
Ello será más probable cuanto más se apoye una inversión adecuada y una organización cada vez mejor en nuestro sistema sanitario.
Es un objetivo que cuenta con un amplio consenso en la sociedad y que debe ser también objeto de un amplio consenso político. Seamos optimistas y trabajemos por ello.
Junto a los avances en las condiciones de vida dignas y otros factores que se dan en países desarrollados, los avances médicos han permitido una mayor esperanza de vida y una disminución relevante de la mortalidad y morbilidad que afecta a las poblaciones.
Muchas enfermedades son hoy enfermedades crónicas como consecuencia de la mejor capacidad de respuesta desde el campo médico por las mejores tecnologías disponibles y por las mejores posibilidades de atención sanitaria.
A esta situación se contribuye por la apuesta que hace la sociedad apoyando la creación y desarrollo de un sistema público de salud que genera un dispositivo asistencial orientado a la equidad en el acceso y a la calidad asistencial.
Contribuye también un colectivo de profesionales sanitarios con una muy alta cualificación y compromiso con los pacientes y con la población.
Todas las profesiones sanitarias cuando trabajan en equipo contribuyen a una adecuada respuesta.Y sin duda, las organizaciones y empresas que invierten en investigación y desarrollo para crear nuevos y mejores medicamentos y nuevas y mejores tecnologías, forman parte de los actores que contribuyen a la lucha frente a la enfermedad.
La sanidad pública y lo que ella implica da empleo aproximadamente a un millón de personas e invierte algo más de un 5% de nuestro producto interior bruto.
Es por eso que la protección de la salud y las garantías de asistencia sanitaria de calidad es un asunto que interesa y preocupa a la ciudadanía. Los beneficios sociales, sanitarios y económicos que se obtienen al disponer de un buen sistema sanitario son tales que lo más inteligente que puede hacer la sociedad es propiciar que los responsables del sistema sanitario cuiden, apoyen y mimen al sistema y a los profesionales sanitarios.
Tenemos muchas esperanzas puestas en que el futuro sea mejor porque sea posible disponer de nuevos avances médicos capaces de prevenir, curar o mitigar mejor las enfermedades que hoy día más afectan a nuestra salud.
Ello será más probable cuanto más se apoye una inversión adecuada y una organización cada vez mejor en nuestro sistema sanitario.
Es un objetivo que cuenta con un amplio consenso en la sociedad y que debe ser también objeto de un amplio consenso político. Seamos optimistas y trabajemos por ello.
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