Milagroso' nacimiento de un bebé cuya madre llevaba casi 4 meses en muerte cerebral

El bebé vino al mundo por cesárea y pesó 2.350 gramos al nacer. Los médicos hablan de una situación inédita y excepcional, y el pequeño en unas semanas podrá ser llevado a casa de su padre.

 

Hay algunos bebés que nacen en circunstancias que son muy difíciles para los padres y que requieren de avances médicos.
Es lo que acaba de ocurrir en un hospital de Lisboa. Un bebé ha nacido en buenas condiciones después del fallecimiento de su madre 105 días antes debido a una hemorragia intracraneal. Entonces se le declaró en muerte cerebral. Ella, de 37 años, paciente de oncología, había decidido seguir adelante con el embarazo y así se lo hizo saber a sus familiares y a los médicos.

La madre había muerto 105 días antes del nacimiento (Getty Images).

Uno de los doctores reconocía que habían estado ante una situación inédita. Lo decía en la rueda de prensa celebrada tras el nacimiento y no dudó en señalar que varios miembros del equipo médico lloraron en el momento del parto.
La dirección del centro hospitalario, tras recibir el dictamen de su propio comité de ética, decidió que el embarazo continuara pese a que la madre hubiese fallecido el pasado mes de febrero. La firme convicción tanto de la familia de la madre como del padre fue decisiva para que se siguiese adelante. Además, dada la situación tan complicada, se nombró un consejo científico para cuidar de todos los detalles.
Durante las 15 semanas de gestación que su madre fue mantenida con vida artificialmente, el niño fue alimentado con sustancias iguales a las que pueden encontrarse en un cuerpo humano en situaciones normales. Se diagnosticaron algunas infecciones pero afortunadamente fueron tratadas con rapidez y quedaron solucionadas.
Nació sin complicaciones, por cesárea y con un peso de 2.350 gramos, un poco por encima de lo habitual. Y si todo transcurre con normalidad no pasará mucho tiempo para que el pequeño sea llevado a casa de su padre.

El bebé está sano y podrá ir a casa con su padre (Getty Images).

Durante todo este proceso el bebé ha pasado numerosas pruebas y en ninguna se ha detectado secuela alguna. Cuando pasen más semanas se le realizará una resonancia magnética cerebral para comprobar de manera definitiva cuál su estado.
Toda una historia de contrastes la vivida por la familia de este bebé. Al final, una incubadora, los avances de la medicina y, sobre todo, la determinación de sus seres más queridos para verle con vida han logrado que sea posible. Cuando crezca y sepa lo ocurrido, sin duda, podrá agradecer todo lo hecho por él.